La invitación de boda se ha reinventado de hace unos años para acá. Los novios cada vez quieren cartelerías únicas y sobre todo personalizadas, que se aprecie el estilo de los contrayentes. Los cuerpos de texto cada vez son más informales, ya que hablan de algo característico de ellos, o simplemente lo quieren hacer más «gracioso». Esta es la carta de presentación a los invitados, y se pueden hacer un idea de cómo será la boda, o por lo menos el estilo. Cuanto más original, mejor.
La función de esta es, a parte de lo obvio que es invitar a esa persona, también es comunicar los datos necesarios de la boda como: fecha, lugar, hora y datos necesarios para la asistencia al evento. Es un elemento fundamental para saber quiénes están invitados de una manera formal.
Otra, es una forma «fácil» de contabilizar un número inicial de invitados, a los que después habrá que solicitar una confirmación, para que esas cuentas cuadren mejor, ya que hay personas que se pueden caer de la lista, a los que se podrá añadir personas, que en un principio no se contaba por ajustes del presupuesto.
La confirmación de invitados al recibir la invitación, va a facilitar el proceso de colocación de las mesas y qué invitados poner en cada una de ellas, además de comunicarle al lugar del convite cuál será el número de invitados totales, para poder hacer un croquis del recinto.
Después de especificar los propósitos de la invitación, vamos a aclarar varias dudas que nos suelen preguntar los novios como: cuántas deberían realizar, a quién entregarla y con cuánta antelación enviarla.
La primera cuestión es tan sencillo como una fórmula matemática. Hay que calcular cuántos invitados se tienen aproximadamente, dividir entre dos y, partiendo de ahí, sumarle un 25 % más.
(Nº de invitados/ 2) + 25%= Invitaciones a realizar
Cuando ya tenemos las invitaciones deseadas en nuestro poder, lo que tenemos que hacer es ponerlo en los sobres y ponerle los nombres (a no ser que os lo hagan por encargo). A la hora de nombrar los sobres para dar al invitados hay que hacerlo de la siguiente manera:
· Juan Rodríguez, en el caso que se quiera invitar a alguien de forma individual. Hay que escribir el nombre completo de la persona. Si por el contrario, hay mucha confianza, con el nombre de pila es suficiente. También es aplicable a viudos y separados.
· Juan Rodríguez y Carla Fernández, esto se escribiría en el caso de que tuviera pareja. Como en el caso anterior, si hay confianza, con el nombre solo es suficiente.
· Juan Rodríguez, Carla Fernández y familia, cuando se aplica esta fórmula, se invitan a todos los que viven «bajo el mismo techo», que tenga hijos menores de edad. En el caso de que hubiera viviendo otro miembro de la familia mayor, como un abuelo, se le entrega individualmente.
· Sres. de Rodríguez y familia, se aplica al mismo caso anterior, pero este caso sería más formal.
· Sres. de Rodríguez, esta forma de nombrar sería cuando se quiere invitar al matrimonio.
Ahora, resolveremos la tercera cuestión. ¿Con cuánta antelación debemos enviar las invitaciones? Si todos los invitados que estimáis que vayan son del mismo lugar, con tres meses de antelación es suficiente. Si tenéis invitados de lejos, nosotros lo que recomendamos que se envíen con 6 o 5 meses de antelación.
En cuestión de estilos, este mundo es muy amplio, la invitación debe reflejar la personalidad de los novios. Ahora, nuestra recomendación es que el estilo de la invitación sea igual que el resto de la catelería (tarjetas bancarias, minutas, mesero…, además de que os lo haga profesionales). La temática y colores elegidos de la boda, puede facilitar mucho a la hora de realizar la invitación.
Lo que está muy de moda ahora, es con una fotografía pre-boda y por detrás el cuerpo de texto o con apertura, por ejemplo. Además, hay una gama extensa de papel a elegir, para que quede al gusto de los contrayentes. Lo importante es que los novios se vean reflejados y (los que quieren) sorprender a los invitados. En forma de marca páginas, un globo que se hincha y se lee la invitación, hay mil maneras de comunicar a los invitados el enlace, a cada cual más original.
En KUNZA hacemos todo eso realidad, consúltanos sin compromiso.